Qué ver en Split, capital de la costa Dálmata

La primera vez que visité Split fue en un Puente de Todos los Santos, cosa poco común. La ciudad otoñal que conocí no tiene mucho que ver con la soleada (y bulliciosa) que descubrí años más tarde en verano, pero siempre es un placer visitarla y recomendaría a todo el mundo ir. Por eso, te traigo esta guía para que sepas qué ver en Split, ciudad Patrimonio de la Humanidad desde 1979.

Qué ver en Split

Este artículo forma parte de la guía para viajar a Croacia

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Qué ver en Split

Split es la segunda ciudad más grande de Croacia y su historia se remonta a la época del Imperio Romano. Su origen está ligado al emperador Diocleciano, quien en el siglo IV d.C. mandó construir un majestuoso palacio como su residencia de retiro. Este palacio, que aún se conserva en el corazón de la ciudad, se convirtió con el tiempo en el núcleo urbano de Split. Tras la caída del Imperio Romano, la ciudad pasó por diversas dominaciones, incluyendo la de los bizantinos, los venecianos y los austrohúngaros, lo que dejó una huella cultural y arquitectónica única.

Durante el siglo XX, Split formó parte de Yugoslavia y experimentó un gran crecimiento industrial y económico. Sin embargo, con la disolución de Yugoslavia en los años 90, Croacia declaró su independencia en 1991, y Split desempeñó un papel crucial en la Guerra de Independencia. A pesar de los conflictos, la ciudad se recuperó rápidamente y hoy es un destino turístico de renombre, famoso por su casco antiguo, sus playas y su ocio. A continuación, te hablo sobre los principales lugares que visitar en Split en base a la experiencia de mis viajes.

Palacio de Diocleciano

Cuando una visita Split no puede dejar de visitar su atracción turística más importante: el Palacio de Diocleciano. Este palacio fue construido por el emperador romano Diocleciano y con él nació la ciudad. Para la UNESCO, representa el mayor ejemplo de arquitectura romana en la costa este del mar Adriático, y gracias a ello, el centro histórico de Split fue declarado Patrimonio de la Humanidad por esta organización en 1979. Para que te hagas una idea, gran parte de la parte antigua de Split lo ocupan los restos de este palacio.

El Palacio de Diocleciano no es un palacio convencional, sino que es uno de los pocos monumentos históricos del mundo que actualmente permanece habitado. Y no es que aquí viva ningún rey ni nada de eso, sino que entre sus muros se esconden muchos hoteles, apartamentos y casas. Aunque debe ser un lujazo vivir entre unos muros con tanta historia, hay una parte negativa en todo esto, y es que como este lugar siempre ha permanecido habitado, en él han tenido lugar muchas modificaciones y algunas partes del mismo no se conservan muy bien.

Dando un paseo por las callejuelas dentro de lo que era el complejo palaciego, puedes encontrarte iglesias, muchas tiendecitas, bares, restaurantes y tesoros escondidos, como el templo de Júpiter que, vigilado por una esfinge original traída desde Egipto, se encuentra junto a la calle más estrecha del mundo, «Putsi me proci» (o «déjame pasar»).

Otra de las cosas que visitar son los sótanos del palacio. Sinceramente, no recomiendo mucho esta visita, ya que creo recordar que la entrada rondaba los 5 euros por cabeza (hace ya más de 10 años) y no había demasiado que ver. En el momento en el que lo visité, había una exposición en la que los artistas daban sus visiones sobre cómo hacer del mundo un lugar mejor. Había cosas curiosas, pero no me pareció algo que mereciese la pena.

Para completar un día redondo paseando por los rincones del Palacio de Diocleciano, no puedes dejar de visitar los mercadillos que rodean el monumento, donde puedes encontrar un souvenir de la ciudad. Uno de ellos se encuentra en un pasaje subterráneo (al lado de los sótanos del palacio) que une el Peristilo con el paseo marítimo, aunque hay otro algo más grande situado justo detrás de la Catedral, al lado de una de las puertas del palacio.

Una calle principal en el Palacio de Diocleciano
Dentro del recinto del Palacio hay calles principales como ésta llena de restos arqueológicos

El Peristilo

Uno de mis lugares favoritos dentro del recinto del antiguo Palacio de Diocleciano es el Peristilo, que es la plaza central del complejo y uno de los espacios más impresionantes de la ciudad. Construido en el siglo IV d.C., este patio rodeado de columnas de mármol servía como punto de encuentro y ceremonia para el emperador, quien era venerado como una divinidad. Es una de las zonas más animadas de Split, debido a que en uno de sus costados se encuentran la Catedral y su preciosa torre (a la que subir para admirar las vistas que ofrece) y, en el otro, un bar-restaurante que ofrece música en vivo todas las noches (y de la cual es posible disfrutar en las mismas gradas del Peristilo). ¡Muy top!

El Peristilo lleno de gente una tarde de verano
El Peristilo es uno de los lugares con más encanto en Split

Catedral de San Domnius

Como te decía más arriba, junto al Peristilo está la Catedral de Split. Dedicada a San Domnión de Salona, es una de las catedrales más antiguas del mundo en uso continuo. Originalmente construida en el siglo IV d.C. como el mausoleo del emperador Diocleciano dentro de su palacio, el edificio fue transformado en iglesia en el siglo VII, cuando los cristianos de la región lo reutilizaron para honrar a San Domnius, obispo y mártir de Salona.

Destaca su estructura romana bien conservada, con gruesos muros de piedra y columnas corintias, aunque quizá lo más llamativo es su impresionante campanario de 57 metros de altura, cuya construcción comenzó en el siglo XIII y se completó en el siglo XVI. En lo alto hay un mirador para disfrutar de la vista panorámica de Split y el mar Adriático.

Torre de la Catedral vista desde el Peristilo
La torre de la Catedral destaca sobre el resto de edificios del centro

Estatua de Grgur Ninski

Saliendo del Palacio de Diocleciano por la Puerta Dorada (o Porta Áurea) te encontrarás con un monumento muy curioso. Se trata de la estatua de Grgur Ninski, dediacada a un obispo del siglo X que defendió el uso del idioma croata en los oficios religiosos en lugar del latín. Esta decisión fortaleció la identidad nacional y la fe del pueblo croata, desafiando la autoridad del Papa en ese momento. La estatua, con sus casi nueve metros de altura, muestra al obispo con una expresión solemne, sosteniendo un libro sagrado en una mano y levantando la otra en un gesto de bendición.

Fue creada en 1929 por el famoso escultor croata Ivan Meštrović, pero además de su valor histórico y artístico, la estatua es famosa por una curiosa tradición: se dice que tocar su dedo gordo del pie trae buena suerte. Como todos los que lo visitamos hacemos lo mismo, le hemos dejado el dedo desgastado y con un brillo dorado (así sabrás dónde tienes que tocar jeje).

Estatua de Grgur Ninski
Si te fijas en el dedo gordo del pie, ahí es donde pedir el deseo

Plaza Pjaca

También fuera de los muros del Palacio de Diocleciano, pero dentro del centro histórico de Split, puedes pasear por la Pjaca. Este lugar también es conocido como la Plaza del Pueblo y es una de las más bonitas de la ciudad. Se ubica junto a la Puerta de Hierro del Palacio de Diocleciano y por ello es un punto central de la vida social y política desde la Edad Media. Allí está el antiguo Ayuntamiento de estilo gótico veneciano y diversas casas renacentistas con fachadas de la piedra blanca característica de la región dálmata.

Vista del Ayuntamiento y otros edificios de la plaza
Pjaca es uno de los rincones más animados de Split

Plaza de la República

De una plaza, a otra. La Plaza de la República se abre al paseo marítimo con una arquitectura de inspiración veneciana. Está formada por edificios de color rojo con arcadas, construidos en el siglo XIX durante el dominio austrohúngaro. Su diseño recuerda a la Plaza de San Marcos en Venecia, reflejando la fuerte influencia italiana en la arquitectura de la ciudad. Hoy en día, la plaza es el escenario de eventos y conciertos al aire libre, y en verano está especialmente animada, con terrazas de cafés y restaurantes donde tomarte algo o cenar.

La bonita plaza de la República
Los edificios rojizos porticados dan carácter a esta plaza

Riva de Split

La Riva de Split es el paseo marítimo más emblemático de la ciudad. Se sitúa frente al Palacio de Diocleciano y a orillas del mar Adriático y es un lugar lleno de restaurantes y terrazas en las que tomar algo y disfrutar de sus vistas al puerto. Para tener una buena foto, puedes dar un paseo hasta el puerto. La vista desde allí, especialmente al atardecer, es preciosa.

Vista de la Riva al atardecer desde el muelle
La Riva de Split invita a pasearla una y otra vez

El Monte Marjan y su mirador

El Monte Marjan es un pulmón verde en la ciudad de Split. Ubicado en una península al oeste del centro histórico, puedes acercarte a este parque para practicar senderismo, hacer algo de deporte o simplemente disfrutar de las vistas. Aunque el monte es muy grande y ocupa una gran extensión de bosques de pinos con senderos y varias playas escondidas, para mí una de las mejores cosas que tiene es su mirador a la ciudad, ya que desde allí se tiene una vista panorámica espectacular de Split, el mar Adriático y las islas cercanas. Para subir, hay una escalera con 300 peldaños que encontrarás al final de la Riva, al comienzo de la calle Marasovica.

Yo en el mirador del Monte Marjan
Las mejores vistas de la ciudad están en Marjan

Qué ver en los alrededores de Split

Split es una ciudad grande, pero recorrer su casco histórico no te llevará demasiado. Para conocer bien la Costa Dálmata, puedes combinar tu visita a Split con excursiones a las islas cercanas y a otras ciudades que también tienen mucho encanto en esta zona. ¡Aquí te dejo algunas ideas!

Isla de Hvar

La isla de Hvar es una de las más conocidas de la Costa de Dalmacia. Con su clima mediterráneo, sus aguas de color intenso y un buen número de días soleados durante gran parte del año, se ha convertido en uno de los rincones favoritos de los famosos para veranear. Su capital, la ciudad de Hvar, tiene un casco antiguo bien conservado en el que se encuentran la Catedral de San Esteban y la Fortaleza Española con vistas panorámicas. Además, sus estrechas calles empedradas están llenas de encanto y son perfectas para perderse, hacer mil fotos y comprar algo en las tienditas.

Más allá de la ciudad, Hvar es famosa por sus paisajes de viñedos, olivares y campos de lavanda. Sus calas escondidas de aguas cristalinas son perfectas para darse un baño, bucear y practicar deportes acuáticos, y también es conocida por su animada vida nocturna.

Te cuento qué ver en Hvar en otro post

Isla de Brac

Frente a Split también puedes visitar la isla de Brač. Su atractivo más icónico es la playa Zlatni Rat en Bol, una lengua de arena que cambia de forma con las corrientes del mar Adriático. También es conocida por sus canteras de piedra caliza, utilizadas en la construcción de edificios emblemáticos como el Palacio de Diocleciano en Split, además de pueblos como Supetar y Pučišća. Por último, también es posible hacer senderismo en el monte Vidova Gora, la cumbre más alta de las islas croatas.

No te pierdas el post donde te cuento qué ver en Supetar

Trogir

Por su parte, Trogir es una pequeña ciudad medieval conocida por su excepcional conservación histórica. Fue fundada por los griegos en el siglo III a.C. e influenciada por diversas civilizaciones, incluidos los romanos, venecianos y austrohúngaros. Por ello, su casco antiguo ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Está lleno de callejones estrechos, palacios y monumentos como la Catedral de San Lorenzo.

Te invito a leer mi post sobre qué ver en Trogir para saber más

Vista del paseo marítimo de Trogir al atardecer
No te pierdas la ciudad medieval de Trogir

Dónde dormir en Split

Como ocurre en el resto de Croacia, Split ha tenido un gran desarrollo turístico en un corto periodo de tiempo, por lo que su infraestructura hotelera no es muy amplia. Por ello, han proliferado los sobe (habitaciones en casas de locales) y los apartamentos turísticos. Si viajas en familia o con amigos, estos son una buena opción, ya que los precios suelen ser más accesibles que los de los hoteles, sobre todo en la temporada alta.

La primera vez que fui a Split me alojé en el B&B Kastel Split, un alojamiento pequeñito y básico muy coqueto. Se sitúa en pleno centro, a unos pasos de la Riva y muchos de los lugares más emblemáticos de la ciudad. La segunda, en los Victoria Apartments, más retirados del centro, pero muy cómodo y con todo lo necesario en una calle muy tranquila (aunque donde es muy difícil aparcar, eso sí).

Te recomiendo mucho viajar a esta ciudad, en cualquier época del año. Hay muchas cosas que hacer en Split y alrededores y, si viajas en verano, un montón de islas y rincones costeros por descubrir. Croacia es uno de los destinos de moda y si viajas a Split entenderás por qué 😉 .

Estela Gómez

Soy Estela y a través de Viajes e ideas te llevo de viaje conmigo a diversos lugares del mundo desde el 2012. Además de leerme por aquí, también me encontrarás en Quiero Viajar Sola, mi otro blog dedicado a los viajes en solitario. Mis proyectos han salido en varias ocasiones en medios de comunicación y suelo participar en viajes de prensa para dar a conocer destinos turísticos.

Estela Gómez

4 comentarios en «Qué ver en Split, capital de la costa Dálmata»

  1. Muchas gracias por esta amplia informacion! En agosto proximo viajare 7 dias por Croacia en auto. Tengo previsto dedicarle 1 dia a Split y luego ir 2 dias a Hvar, para finalizar otros 2 dias en Dubrovnik. Te parece que es adecuado 1 dia en Split o es mejor dedicarle mas tiempo? Previamente habre estado 1 dia en Zagreb y 1 dia en Zadar.

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    • Hola Daniel, muchas gracias por tu comentario 🙂
      Creo que con un día tendrás suficiente, aunque si quieres quedarte dos, puedes dedicar uno a ir hasta Trogir, que es una ciudad pequeñita cercana Patrimonio de la Humanidad y muy bonita.
      Saludos y disfrútalo mucho 😀

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