El castillo de Praga (Pražský hrad) es uno de los puntos turísticos más reconocidos y fotografiados de la capital checa. Se trata de la fortaleza medieval más grande del mundo, según el libro Guiness de los Récords, y alberga un maravilloso conjunto de palacios y edificios religiosos.
Antes de contarte qué puedes visitar dentro del Castillo de Praga, déjame decirte que existe un free tour que lo recorre, por lo que podrás enterarte de una forma muy amena de toda su historia.
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Catedral de San Vito
Entre los lugares más impresionantes del Castillo de Praga destaca la Catedral de San Vito, un edificio gótico en el que están enterrados buena parte de los reyes de Bohemia. Tanto su fachada como su interior me recuerdan en buena medida a las catedrales de Burgos y Colonia, del mismo estilo arquitectónico, aunque lo que más llama la atención de la catedral es su fachada sur, donde se sitúan la torre principal y la Puerta Dorada, con su elaborado mosaico que representa el Juicio Final.
Palacio Real
Junto a la catedral se sitúa el Antiguo Palacio Real, que fue ampliado y modificado durante siglos, pasando de ser un pequeño palacio de madera y piedra al edificio que se puede observar hoy día. Parte de sus salones y estancias, como el Salón Vladislav, pueden visitarse con la visita guiada del castillo, que también incluye una visita por los entresijos de la catedral. Lamentablemente, por falta de previsión y de tiempo no pude hacer esta visita, pero me hubiera encantado poder entrar en el palacio.
Más sitios de interés
Otros de los sitios a tener en cuenta en la visita al castillo de Praga son el Callejón de Oro, donde vivió el célebre Franz Kafka, la Basílica de San Jorge, que fue construida en el año 920 y que reconocerás por su fachada barroca de color rojizo, o la Puerta Matías, la puerta principal del castillo.
Cambio de guardia
Todos los días a las 12:00, en la puerta principal del castillo, los soldados realizan una ceremonia en la que desfilan al ritmo que marca la banda militar de música. Mi visita no coincidió a esa hora, pero de todos modos pude ver otra pequeña ceremonia correspondiente al cambio de guardia que se hace cada hora (eso sí, más sobrio y menos llamativo que el de las 12).
Ah, Praga! Qué bella ciudad! Muy buenos consejos, Estela!
Sí, es tan bonita… Es una de mis ciudades preferidas. Gracias por tu comentario 😉
Ay Praga… qué poco queda para mi segunda visita! En junio vuelvo un fin de semana, así que cuento los días 😉
A mi me encantaría volver… ¡qué envidia me das!
Es que mi mejor amigo emigró a Praga hace 4 años y tener casa siempre ayuda 😉 Si te quieres unir… 😉
Yo estuve casi 1 día entero en el castillo y hubiera estado mucho más!