Viendo ballenas y frailecillos en Islandia

Uno no puede quedarse sin ver ballenas y frailecillos en Islandia. Hay mucha más fauna en la isla, pero estos dos animales son muy característicos, especialmente el frailecillo, que es todo un símbolo del país.

Para avistar ballenas, una de las opciones más cercanas que tenemos en España es planear un viaje a Islandia. Sus costas son un lugar muy frecuentado por varias especies de este mamífero, por eso es posible realizar excursiones para verlas desde muchas poblaciones costeras.

Probablemente el lugar más conocido en Islandia para avistar ballenas sea Húsavík. Esta pequeña localidad del norte de la isla es conocida precisamente por ésto, teniendo incluso un museo sobre ballenas (el cual he de reconocer que no visité).

Si has leído otros posts, sabrás que viajé a Islandia con amigos y que nos pilló un temporal de nieve bastante intenso en la zona norte de la isla. Esto hizo que nuestra excursión para ver ballenas fuese un tanto aventurera, ya que obviamente también afectó al estado del mar.

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El día que planeábamos hacer la excursión estaba bastante feo y la propia compañía con la que pensábamos hacerla, North Sailing, nos advirtió de que quizá se cancelase, y que, en el caso de salir, podría ser un tanto desagradable, ya que las olas eran fuertes y podríamos marearnos. Como nos quedaba un día más en la zona, decidimos aplazar la excursión y dedicarnos a ver el resto de atracciones turísticas.

Al día siguiente volvimos a intentarlo. El temporal de nieve seguía igual, puede que incluso algo peor, pero nos dijimos que teníamos que hacer esa excursión. Teníamos la opción de ver ballenas en Reykjavík también, pero el lugar donde más probabilidades de que de verdad las viésemos, era Húsavík.

Así que volvimos a acercarnos a la oficina de la compañía de avistamiento de ballenas y, obviamente, nos volvieron a advertir de lo mismo del día anterior: la temperatura en alta mar podría llegar a los -10 grados y las olas eran de unos 2-2.5 metros. Pero era el día: o lo hacíamos o podría ocurrir que nos fuesemos de Islandia sin ver ballenas.

Aun así, podría haber ocurrido que las ballenas no se hubiesen asomado a la superficie. ¡Pero salieron! Nos calamos, mareamos, pasamos frío… ¡pero vimos dos ballenas!

Ballena Islandia
Una de las ballenas que pudimos ver en medio de la tempestad

Dónde ver frailecillos

En un principio la excursión que queríamos hacer incluía también ver frailecillos, pero debido al estado del mar, la compañía decidió cancelar algunos de los tours, y solamente pudimos realizar el avistamiento de ballenas.

De todos modos, en Islandia hay muchos lugares para ver frailecillos también. Para quien no sepa qué es un frailecillo, es un ave que a mi me recuerda a una mezcla entre pingüino y pato, blanco y negro y con su pico de colores. ¡Me parecen tan bonitos!

Pudimos ver estos animalillos en la costa sur de Islandia, cerca del pueblo de Vík, en los acantilados de Dyrhólaey. Este día llovía bastante y no pude tomar muchas fotos de ellos, pero aquí os dejo mi favorita. ¿No es para llevárselo de mascota? 🙂

Frailecillo en Islandia
Un simpático frailecillo, ¡el animal más curioso de Islandia!

¡Idea!

Para ver ballenas o frailecillos, infórmate bien de los lugares en los que ver estos animales. Húsavík y Dyrhólaey son los lugares donde es más fácil verlos (ballenas y frailecillos, respectivamente), pero por cualquier razón (climatológica, por ejemplo) puede ocurrir que vuestros planes se vayan al traste. Así que siempre viene bien saber donde se puede tener una «segunda oportunidad» ;).

Si decides ir a ver ballenas, ten en cuenta que la temperatura en alta mar será más baja que en tierra firme. Por ello, es muy recomendable llevar ropa de abrigo, aunque las propias compañías de avistamiento de ballenas ofrecen un mono bastante calentito y chubasquero. Si hace frío, no te olvides la bufanda y los guantes. Yo no llevaba guantes y me tuve que comprar unos en la tienda del puerto por el «módico» precio de 8500 coronas islandesas (así que toma el consejo no solo como medida anti-congelación, sino como medida de ahorro también).

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