En este post quiero hablaros de un oasis que he descubierto hace poco en la Región de Murcia: Sierra Espuña. La verdad es que nunca me había imaginado que Murcia pudiera ser tan verde y montañosa, así que la realidad superó las expectativas y me llevé una gran sorpresa con la zona. ¿Te apetece conocerla?
Por si nunca has oido hablar de Sierra Espuña, es un Parque Regional situado en el corazón de la Región de Murcia. Ya sabes que me encantan los destinos de naturaleza, así que Sierra Espuña me gustó mucho porque además de paisajes bonitos es un destino de turismo sostenible y tiene una amplia red de senderos de diferente dificultad para poder explorar la zona.
Con altitudes que superan los 1.500 metros y paredes verticales de vértigo, es una zona muy conocida también por los escaladores. Es además un lugar muy frecuentado por ciclistas, gracias a los desniveles de las rutas, y, cómo no, dentro del Parque se pueden hacer otras actividades de turismo activo como realizar una vía ferrata.
Además del área natural, el territorio de Sierra Espuña engloba a los pueblos cercanos (Aledo, Alhama de Murcia, Librilla, Mula, Pliego y Totana) y podría decirse que es un caso de éxito de promoción turística. La Mancomunidad de los ayuntamientos de los seis pueblos, el Instituto de Turismo de la Región de Murcia y otras instituciones se han unido para trabajar juntos en este proyecto común que es la organización del desarrollo turístico del Parque Regional de Sierra Espuña.
Como destino, Sierra Espuña es parte del Club de Ecoturismo de España y desde 2012 cuenta con la Carta Europea de Turismo Sostenible (CETS). La CETS promueve el desarrollo de estrategias locales en favor de un turismo respetuoso con un Espacio Natural Protegido como es Sierra Espuña. Muchas empresas de la zona están adheridas a la Carta, colaborando activamente con el Parque para promover el turismo sostenible en la zona.
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¿Qué hacer en Sierra Espuña?
Gracias a esa colaboración entre entes públicos y privados es posible disfrutar del Parque Regional de Sierra Espuña de muchas maneras. El turismo activo y de aventura es un gran aliciente para viajeras como yo, aunque también hay planes más relajados para hacer por ejemplo en familia.
Centro de visitantes Ricardo Codorniu
En el corazón de Sierra Espuña se encuentra el centro de visitantes Ricardo Codorniu, y su misión es la de dar información a los visitantes de todo lo que se puede hacer y ver en el Parque. Ricardo Codorniu, también llamado «El apóstol de árbol«, es la persona a la que le debemos el paisaje actual de Sierra Espuña, y de ahí que dé nombre al centro de visitantes.
Este ingeniero de montes es muy admirado en la zona. A finales del siglo XIX, viendo que este espacio natural había quedado casi desértico por la tala desmedida de árboles, decidió repoblar Sierra Espuña y llenarlo, de nuevo, de árboles y vida. Para rendirle homenaje, desde el centro de visitantes parte un pequeño sendero (SL – MU 1) que llega hasta una estatua que le recuerda.
Senda del Dinosaurio
Éste es otro pequeño sendero para todos los públicos que recorre poco más de 2 kilómetros. Conecta el área recreativa de La Perdiz, donde hay un restaurante en el que se come de lujo (te lo explico más abajo), con el Valle de Leiva.
Lo más divertido es el puente colgante que salva el Barranco de Leiva. ¡Momento instagrameable! 🙂 Además, aquí está la razón por la que la senda se llama como se llama: hay una roca con forma de huella de dinosaurio. Si te estás preguntando si aquí vivieron los dinosaurios, siento decepcionarte pero la respuesta es no (o por lo menos no se han encontrado restos).
Valle de Leiva
Saliendo del área recreativa de La Perdiz, se puede caminar la Senda del Dinosaurio y seguir por el sendero PR – MU 57, que recorre todo el Valle de Leiva. La distancia total llega casi a los 8 kilómetros y hay bastante desnivel, por lo que esta ruta ya es algo más exigente que las anteriores.
Esta ruta es, para mí, lo mejor que pude ver en Sierra Espuña. Por una parte, porque en este valle se encuentran las paredes verticales de Leiva. Situarse debajo de ellas y pararte a mirarlas, ¡hace que te sientas tan pequeñita! Además, me despertó mucha admiración ver a algunos escaladores subiendo poquito a poquito por esos 200 metros de pared de roca.
Por otra, porque la subida tiene su recompensa. La zona de Collado Blanco es el perfecto mirador no solo al Valle de Leiva, sino al Valle de Prado Mayor. Desde aquí el sendero gira a la izquierda y se puede llegar hasta Collado Mangueta, que es donde se sitúan los Pozos de la Nieve.
Pozos de la Nieve
¿Sabías que en el siglo XVII ya se utilizaba el hielo para conservar alimentos y otros productos? Los pozos de nieve son edificaciones que se utilizaban en épocas pasadas para acumular la nieve caída durante el invierno en Sierra Espuña, transformándose en hielo que después se comercializaba en el verano. Cada pueblo tenía su pozo y, si era un núcleo con mucha población, podía tener más de uno (como Cartagena, por ejemplo). Con la llegada de la electricidad cayeron en desuso, pero en la actualidad quedan los restos de 25 de estos pozos, algunos de ellos reconstruidos para que podamos apreciar mejor cómo era aquel sistema de almacenamiento tan curioso.
Volar en parapente
Y hablando de próximas veces, también se me quedó en el tintero volar en parapente. Teníamos la actividad programada con la empresa Siroco Aventuras, pero la falta de viento nos obligó a quedarnos en tierra. ¡Con los nervios que pasamos!
Estos vuelos en parapente se realizan en la zona de La Muela, con unas vistas muy bonitas al pueblo de Alhama de Murcia. Para las inexpertas como yo, el vuelo se realiza con un piloto y tú simplemente tienes que correr un poquito para «lanzar» el parapente y, una vez en el aire, disfrutar.
Vía ferrata en Casas nuevas
Lo que sí hice, y fue una prueba superada en toda regla, fue ¡una vía ferrata! Las vías ferratas son algo así como una modalidad de escalada para los principiantes. Te desplazas por la ladera de la montaña de manera vertical y horizontal ayudándote de grapas, escaleras, tirolinas, cables, etc. Da igual que no hayas hecho escalada nunca, aunque te aviso de que hay que tener un mínimo de forma porque puede ser duro. Y si tienes vértigo, mejor que te lo pienses dos veces.
Yo me estrené en esto en la vía ferrata de Casas Nuevas, de una dificultad K4 de 6. Ya ves que de iniciación tiene poco :). Como no lo había hecho nunca andaba un poco nerviosa, pero los chicos de Siula, la empresa con la que hicimos la actividad, se portaron de 10 y me ayudaron en todo momento con una paciencia infinita. Lo mejor de todo, para mí, fue el final, en el que descendimos una pared vertical de 28 metros haciendo rápel. Fue, sin duda, toda una experiencia y, ahora que ya lo he hecho una vez, ya puedo dormir tranquila. No creo que vaya a volverlo a repetir 😛 .
Espubike
Para los amantes de la bicicleta de montaña existe una ruta circular de 146 kilómetros llamada Espubike. Permite recorrer el Parque Regional de Sierra Espuña en 4 etapas perfectamente integradas en el entorno y que parten del camping de El Berro. Se puede hacer por libre o con un pasaporte que te sellarán en cada uno de los checkpoints, completando así el «Desafío Espubike» y llevándote un maillot de recuerdo.
Miradores de los Barrancos de Gebas
Los Barrancos de Gebas no se encuentran dentro del Parque Regional de Sierra Espuña, pero son algo así como una prolongación del mismo. Este espacio protegido forma uno de los paisajes más curiosos, para mí, de España, y es que este paisaje, ¿no te recuerda a la Luna? Las badlands, un antiguo fondo marino que, cuando el agua se retiró, dejó al descubierto este suelo de materiales blandos, han ido erosionándose por la lluvia. Junto a las aguas de un intenso azul del Embalse de Algeciras forman una postal digna de ser de otro planeta. Existen dos miradores para disfrutar de este paisaje, uno de ellos se encuentra cerca del pueblo de Librilla y, el otro, cerca de Gebas.
Avistamiento de aves
Cerca de El Berro existen dos hide para la observación del águila real y otras aves. Los hide son unos espacios de observación que se integran con el entorno. Son espacios pequeños con un cristal a través del cual poder observar a las aves que se mueven por el entorno. Photo-logistics se encarga de realizar este tour, que requiere de muchas horas para conseguir una buena fotografía. Aún así, la foto no está garantizada, ya que la naturaleza es imprevisible 😉 .
Dónde me alojé en Sierra Espuña
Uno de los establecimientos adheridos a la CETS, la Carta Europea de Turismo Sostenible que mencionaba anteriormente, es el que fue nuestro centro de operaciones: la Hospedería Bajo el Cejo, en el pequeño pueblo de El Berro. Su dueño, Andrés, nos acompañó en todo momento y fue el perfecto anfitrión, preocupándose por cada detalle y por explicarnos cómo trabajan para promocionar la región.
La hospedería es simplemente espectacular. Cuenta con 12 habitaciones, muy amplias, limpias y en las que se descansa de lujo ya que no hay ruidos. Cada rincón de la hospedería está cuidado al máximo, hay piscina y muchos espacios decorados con sillones y cositas monísimas para disfrutar de las vistas. ¡Y se come muy bien! Cené aquí las dos noches que me hospedé y todo estuvo exquisito. Los productos son de temporada y de proximidad, cocinados con mucho mimo y de una manera un tanto atrevida, con ingredientes ecológicos y mezclas novedosas. Algunos ejemplos son la pizza de espelta con manzana y membrillo, la ensalada de hinojo y naranja o el helado de higo chumbo.
Además, me encantaron algunos detalles, como la «cortina» de palabras motivadoras del salón común y los papelitos a modo de galletas de la suerte de la recepción. Por si tienes curiosidad por saber qué me tocó, decía «Decídete a sonreir. Sé conocida como una persona feliz, agradable y alegre». ¡Buen consejo!
Dónde comer en Sierra Espuña
Además de cenar en la Hospedería Bajo el Cejo, estuve comiendo en otros restaurantes de la zona y llegué a la conclusión de que ¡en Murcia se come muy bien!
Restaurante el Mirador de Gebas
Este restaurante te viene genial si estás en la zona de los Barrancos de Gebas, pues se encuentra a apenas 2 kilómetros de uno de sus miradores. El nombre de Mirador de Gebas es muy apropiado en este sentido. Además, es un establecimiento acreditado con la CETS.
Aquí probé como entrantes las típicas patatas al ajo, que es una especie de ali-oli algo más fuerte, una tempura de verduras buenísima y migas, que también son tradicionales en Murcia. De plato fuerte pudimos probar diferentes tipos de carnes a la brasa y, para finalizar, un surtido de postres ¡buenísimo! Especial mención al flan de queso 😛 .
Restaurante La Perdiz
Si te adentras en Sierra Espuña en busca de aventura, debes hacer una parada en el Restaurante La Perdiz. Es el más antiguo del Parque Regional y su especialidad son los arroces a la leña. Pude adentrarme en la cocina para ver cómo lo preparaban y, allí, entre el calor del fuego y muchos ingredientes, estaba el cocinero, quien nos contó que no sigue estrictamente los tiempo de cocción, sino que lo hace a ojo. Y os confirmo que le funciona, porque ¡estaba riquísimo!
Por supuesto, no nos podíamos ir sin probar el surtido de postres de la casa. A destacar el pan de calatrava, un dulce típico de Murcia que se parece al pudding (también lo he probado anteriormente en la provincia de Alicante) y la mousse de fresa vegana. ¡Para chuparse los dedos!
Hospedería Casas Nuevas
El restaurante de la Hospedería Casas Nuevas (que también cuenta con la acreditación de la CETS) se encuentra, como su nombre indica, en los alrededores del pueblo Casas Nuevas, donde hice la vía ferrata. Entre los platos ricos que probamos estaban un surtido de ibéricos, sus croquetas de rabo de toro (nunca lo había probado y me sorprendió para bien), su vieira, que me chifla, o su dorada. Y sí, lo has adivinado, no pudo faltar el postre: cremoso de chocolate con Martini blanco. Creo que después de la aventura de la vía ferrata me lo merecía, ¿no? 🙂
Conclusión: ¡tienes que ir a Sierra Espuña!
Además de ser una zona muy verde y con paisajes muy bonitos, de que se come muy bien y de que es ideal para descansar, Sierra Espuña es aún una gran desconocida. Por ello es un destino ideal para conectar con la naturaleza. No hay grandes grupos de turistas ni masificación, por lo que puedes perderte entre sus bosques de pino, escalar una montaña o simplemente olvidarte del mundo por unos días porque aquí se respira mucha paz.
¿Te he convencido?
Este viaje fue posible gracias al Instituto de Turismo de la Región de Murcia, quienes me invitaron a recorrer la zona junto a Samuel y Samara, del blog The Walking Travel, y Germán, de Escapada Rural, para descubrir y promover el turismo sostenible en la zona del Parque Natural de Sierra Espuña.