Acabo de pasar un par de días en la capital letona y, aunque no sea una de mis ciudades favoritas, está bien para hacer una escapada. Lo mejor de la ciudad son sus contrastes y sus precios asequibles; lo peor, el frío (por lo menos en esta época del año). Te cuento cuáles son mis impresiones sobre Riga.
Una ciudad de contrastes
Lo que más me ha sorprendido de la capital de Letonia es que todo es una mezcla. Por ejemplo, simplemente observando la forma de vestir de la gente se puede ver el contraste entre la influencia rusa del pasado (Letonia fue parte de la Unión Soviética hasta 1991) y la occidentalización del país en los últimos años.
La reciente historia de Riga no se ve solo en su gente, sino que puede observarse también en sus edificios. En una misma calle pueden coexistir edificios de madera del siglo XIX, de estilo Art nouveau de principios del XX y centros comerciales y grandes hoteles totalmente actuales. La parte negativa es que muchos edificios antiguos no están cuidados (fachadas sin pintar desde hace muchos años, partes decorativas que se desprenden de la fachada…), lo que les resta mucho atractivo.
Los contrastes de Riga también se encuentran en los precios. Aunque, como ya he dicho antes, en general, los precios son asequibles, depende mucho de lo que se compre. Lo más barato es comer y beber. El medio litro de cerveza no suele ser más de 2 euros, y un plato principal cuesta unos 5-6 euros de media (aunque obviamente hay excepciones).
Sin embargo, en otras áreas los precios son bastante elevados, en comparación con la comida y la bebida. Dos ejemplos: un trayecto de autobús cuesta 2 euros y subir a la torre de la iglesia de San Pedro, 7 euros.
En Riga están preparados para el turismo
El turismo ha comenzado a llegar a la ciudad hace poco tiempo, y llama la atención la importancia que le dan a la reputación online. Nos preguntaron en varias ocasiones cómo habíamos encontrado el lugar, y muchos locales cuentan con pegatinas de comunidades online relacionadas con turismo en sus puertas.
Además, algo muy de agradecer en Riga cuando eres turista es que la mayoría de lugares ofrecen wifi gratuito. Se puede encontrar en bares, restaurantes o el aeropuerto (sin límite), además de en puntos públicos por toda la ciudad (por ejemplo, una antigua cabina de teléfono reconvertida a zona wifi).
Lo peor de Riga
En cuanto a los vuelos, si viajas a Riga con Ryanair, debes saber que antes de salir del país pueden hacerte pagar una tasa de seguridad de 7 euros en el aeropuerto. Esto me pasó a mi cuando lo visité en 2015, no sé si seguirá siendo así.
Lo peor de mi visita, como comentaba en la entradilla del post, ha sido el frío. Llegamos con 1 o 2 grados bajo cero, con viento y algo de nieve, aunque mejoró un poquito (hasta los 5 grados). De todos modos, parecía que no podíamos quejarnos demasiado porque, según nos comentaron, el año pasado por estas fechas la temperatura era de unos 15 grados bajo cero. Así que si vas a visitar Riga en invierno, ¡prepara la ropa de abrigo!