Guía para visitar el Palacio de Versalles en París

¡El Palacio de Versalles es una maravilla! Es, sin duda, uno de los lugares que más me ha impresionado de todos los que he visitado. ¡Es enorme! Que si los Aposentos del Rey, los de la Reina, la Galería de los Espejos, la de las Batallas, los Aposentos del Delfín y la Delfina… y cuando te crees que has acabado, sales fuera y descubres un jardín inmenso en el que perderte durante horas y horas… hasta que lo atraviesas y descubres el Grand Trianon y los Dominios de María Antonieta… ¡Casi nada!

Palacio de Versalles
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La visita al Palacio de Versalles

He visitado Versalles dos veces, y de ambas lo primero que recuerdo al entrar al Palacio es un montón de gente agolpada intentando hacer una foto a la Capilla Real. Intenté meter mi cámara por los huecos que dejaba la gente, pero no conseguí hacer ninguna foto en condiciones. Una verdadera pena, porque el lugar era muy bonito.

Seguimos la visita adentrándonos en los Aposentos del Rey, una sucesión de salas dedicadas a planetas y dioses de la antigüedad en los que los diferentes reyes que habitaron Versalles celebraban juegos y fiestas. A algunos de ellos se accedía desde la Galería de los Espejos, la gran y ostentosa sala de espera, que alguna vez también lo llegó a ser de recepciones diplomáticas. Incluso viendo esta sala llena de gente me pareció enorme, así que no me quiero ni imaginar la sensación que debe producir verla vacía…

Galería de los Espejos, Palacio de Versalles
Lo que no me gusta del Palacio de Versalles es que siempre está hasta arriba de gente

Aposentos de la Reina

Continuamos por los Aposentos de la Reina, entre los que destaca la Cámara de la Reina. Las reinas que aquí durmieron dejaron su huella personal en lo que a decoración se refiere, y desde esta sala, además, María Antonieta consiguió huir de la revuelta popular en la Revolución de 1789. Y cuando parecía que no quedaba nada más, voilà! La Galería de las Batallas, en la que está representada la historia de Francia batalla a batalla y en la que muchos célebres fallecidos en combate tienen su homenaje.

Galería de las Batallas, Palacio de Versalles
La historia de Francia resumida en unos cuantos cuadros. Así es la Galería de las Batallas

Pero ahí no acaba la cosa, ya que la visita sigue con los Aposentos del Delfín y la Delfina, con la distribución de la época en la que los habitaron Luis de Francia, hijo de Luis XV, y su segunda esposa María Josefina de Sajonia. De estos aposentos me quedo con dos: la Cámara de la Delfina, donde vino al mundo Luis XVI, y la encantadora Biblioteca del Delfín, lugar de trabajo tanto de Luis de Francia como de Luis XVI.

Jardines del Palacio de Versalles

Tras una intensa mañana descubriendo todas las intimidades reales que el tour nos permitió descubrir, nos dirigimos hacia los jardines. Obviamente no vi todos los rincones en ninguna de mis dos visitas, porque era grandísimo, pero sí nos dimos un buen paseo. Fuentes, estatuas, plazuelas perdidas en un laberinto de miles de árboles y setos, el Gran Canal…  ¿Se recorrerían los reyes todos los pasillos y caminos que existen en este jardín?

Gran Canal, Palacio de Versalles
El gran canal de Versalles está lleno de barquitas y gente que aprovechan el buen tiempo

Caminando llegamos hasta los Dominios de María Antonieta, un conjunto de edificios en los que la reina se refugiaba para disfrutar de su intimidad. De ellos me quedo con el Petit Trianon, un pequeño palacio que fue el centro de la vida de María Antonieta. No tiene demasiadas estancias, aunque en los Aposentos de la Reina podemos ver lo que fue su dormitorio y el salón de juegos y de música.

Para acabar la visita, recorrimos el Grand Trianon, un bonito palacio de mármol rosa construido por Luis XIV. La decoración, sin embargo, es de la época de Napoleón, quien frecuentaba este palacio con su esposa. Una de las salas más destacadas es la Cámara de la Emperatriz María Luisa, que la decoró tal y como luce hoy en día, aunque también llaman la atención el Salón de Música, transformado en sala de billar, y el Salón de las Malaquitas, con los regalos de malaquita que el zar Alejandro I ofreció a Napoleón.

Biblioteca, Palacio de Versalles
Una de las salas que más me gusta del Palacio de Versalles. ¡Cuántos libros!

Cómo visitar el Palacio de Versalles

Visitar el Palacio de Versalles puede llegar a ser una auténtica odisea. Es uno de los principales lugares que ver en París y, por ello, siempre hay muchísima gente visitándolo. Para no arriesgarte a ir para nada o pasar largas horas en las colas (al sol), lo mejor es comprar tu entrada online o directamente ir con un tour desde París. La entrada básica son 20 euros e incluye la visita al Palacio de Versalles con audioguía, el Trianon y los Jardines.

Debes saber además que los lunes está cerrado y que hay una serie de requisitos para entrar. Como Francia está bajo alerta terrorista, hay controles de acceso y no se permite entrar con mochilas o carritos de bebé con partes metálicas. También está prohibido entrar con comida y bebida y las fotos con flash. Los animales de compañía tienen prohibida la entrada al Palacio y deben ir con correa en los jardines.

Cómo llegar hasta Versalles desde París

La manera más rápida de llegar al Palacio de Versalles desde el centro de París es en tren. Desde la Gare Montparnasse (junto a la conocida torre Montparnasse) se tarda apenas 15 minutos con el TER.

Si no terminas de atreverte a viajar en transporte público por no saber el idioma o por lo que fuese, siempre puedes recurrir a los tours que salen desde París para visitar Versalles. Suelen ser excursiones de un día o de medio día que incluyen la visita guiada al Palacio y los Jardines en grupo. Aquí te dejo información de uno de ellos.

Consejos para visitar el Palacio de Versalles

Recomiendo al 100% visitar el Palacio de Versalles, pero, como hay mucha gente visitándolo, puede ser una odisea. Para que te sea más llevadera la visita, te voy a dar varios consejos:

1. Reserva tu entrada o tour por internet con antelación, a ser posible con la hora a la que vayas a entrar ya seleccionada.

2. Madruga. Si no me has hecho caso en el primero punto y no tienes entrada, piensa que cuanto antes llegues, antes entras, lo que significa que tendrás que aguantar menos colas. Si ya la tienes, da igual, ¡madruga! El palacio es enorme y te llevará varias horas recorrerlo todo.

3. Lleva ropa y calzado cómodos. Prepárate para andar mucho y a paso lento. Si te cuesta caminar o te cansas, existen algunos medios de transporte por los jardines. Uno de ellos es un tren que cuesta 8€ por persona hop on-hop off, es decir, te puedes subir y bajar en las diferentes paradas del recorrido. El otro es un carrito de golf que conduces tú mismo para ir donde quieras.

4. No haga más planes para ese día. Visitar Versalles lleva su tiempo. Entreteniéndome lo justo me pasé allí más 5 horas (sin contar la cola para entrar y viendo una pequeñísima parte del jardín).

5. Si hace calor, no te olvides la protección solar. Tanto en la cola de la entrada como en el jardín te puedes achicharrar.

6. Ármate de paciencia. Cientos de personas visitarán Versalles el mismo día que tú, por lo que tendrás que aguantar colas para todo y lidiar con toda clase de personajes que se inmiscuirán en tus fotos.

2 comentarios en «Guía para visitar el Palacio de Versalles en París»

  1. Versalles es una preciosidad de lugar… Recuerdo que cuando fui estaba llenísimo de japoneses dentro del Palacio mientras que en los jardines no había nadie. Quizás por eso disfruté mucho más de la zona del pequeño y del gran Trianon. ah! y el pueblo campesino que Maria Antonieta se hizo construir, con su molino de agua y sus campos de lavanda era un remanso de paz.

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