10 consejos para ser una viajera responsable

El aire puro y fresco, los prados verdes, los bosques frondosos, los glaciares en lo alto de la montaña, las playas limpias, la pureza del agua de los lagos… A todos nos gusta ver estas imágenes de postal en nuestros viajes, pero no todos somos conscientes de lo que conlleva nuestra presencia en ese entorno. Una de mis metas como bloguera y como amante de la naturaleza es concienciar sobre el impacto que tenemos en el mundo cuando viajamos y, por eso, he preparado este post con 10 consejos para que quien quiera que lo lea se convierta en una viajera responsable con el medioambiente.

Por qué es importante ser una viajera responsable

No dejan de aparecer ballenas muertas con kilos y kilos de plástico en su estómago. El tiempo se ha vuelto loco y de repente hay riadas que se lo llevan todo por delante o incluso tormentas tropicales que llegan hasta Europa. El permafrost se está deshaciendo. Hay ciudades importantísimas que se han quedado sin agua para el consumo humano. Los glaciares y los polos se están derritiendo. La contaminación es una de las principales causas de muerte en el mundo. ¿Te suena?

Mount Edith Cavell
Éste es el Angel Glacier, el glaciar del Mount Edith Cavell, en las Montañas Rocosas de Canadá, y que está a punto de desaparecer por el cambio climático

No paramos de ver noticias como éstas en los medios de comunicación y, aún así, parece que nos dé lo mismo. Generamos toneladas de residuos que no se descomponen, se siguen liberando toneladas de CO2 a la atmósfera, lo plastificamos todo y eso de reciclar aún no se nos da del todo bien.

El cambio climático es una realidad, aunque aún no seamos del todo conscientes, y no hay nada mejor para ver sus consecuencias que recorrer mundo y ver cómo lo que hacemos en occidente impacta en oriente, cómo maravillas como los glaciares están desapareciendo y cómo la fauna está cambiando sus hábitos por el impacto del hombre en sus hábitats naturales.

Viajar es muy necesario para abrir nuestra mente y conocer el mundo, pero hay que hacerlo con cabeza. Viajar, para mí, no significa estar de vacaciones y que todo ‘te la traiga al pairo', sino observar, aprender y respetar aquello que descubres, también en el terreno medioambiental.

Mis 10 consejos para ser una viajera responsable

Tanto en mis viajes como en mi vida diaria intento llevar a cabo los consejos que te doy a continuación. Algunos son más sencillos de seguir que otros, pero espero que te inspiren y algo haga ‘clic' en tu cabeza cuando los leas. ¡Ser una viajera responsable es más fácil de lo que crees!

Reduce el consumo de plástico

El plástico está por todas partes y se ha convertido en un verdadero problema. Hay islas de basura en los océanos, los animales marinos mueren porque se lo tragan o quedan atrapados en ello, y las playas de Asia están llenas de residuos. Pero no es problema de otros, sino de todos, ya que muchos de estos plásticos que acaban en la otra punta del planeta provienen de nuestro alrededor y llegan allí por las corrientes marítimas.

¿Qué puedes hacer para reducir el consumo de plástico? ¡No utilizar plástico! Algunas ideas son llevar bolsas de tela siempre contigo y utilizarlas para llevar tus compras, evitando que en los comercios te den bolsas de pástico, utilizar botellas de aluminio en lugar de comprar botellas de plástico, optar por champús en seco en lugar de los embotellados, o utilizar un cepillo de dientes de madera de bambú en lugar de uno de plástico.

En Instagram puedes seguir algunos hashtags que te darán muchísimas más ideas para reducir tu consumo de plástico. Por ejemplo el #plasticfree o el #noplastic.

Islas flotantes, Bahía de Halong y Cat Ba
Las áreas costeras de algunos destinos de Asia están ‘inundadas' de plásticos. Éstas son las fishing villages (villas de pescadores) en la isla de Cat Ba, en Vietnam, en las que los peces conviven con latas, bolsas de plástico, envoltorios de snacks… Todo ese plástico acaba en los peces, y esos peces, en nuestra mesa

Recicla

Como decía antes, no nos terminamos de entender con el reciclaje. Que si qué va en el amarillo, que si no sabes si es orgánico o no… Parece que siempre encontramos una excusa para no hacerlo bien (y he de confesar que a mí también muchas veces me cuesta saber si lo estoy haciendo bien o no).

Si no es fácil reciclar en casa, de viaje puede convertirse en misión imposible en algunos destinos. Pero es importante intentar hacerlo para crear conciencia en las personas que tengamos alrededor. Puede que nunca se hayan planteado que el reciclaje puede ser una solución a algunos de sus problemas.

Un ejemplo de éxito y que nos da una importante lección a todos es el del pueblo de San Pedro La Laguna, en Guatemala, donde han logrado reducir el consumo de material sintético en un 80% y evitar, así, que el lago Atitlán se llene de residuos.

No tires basura al suelo

En línea con el punto anterior, sé una persona cívica y no tires basura en mitad de la calle. Para ello existen las papeleras y, si no hay una, no te cuesta nada guardarlo y tirarlo en el lugar donde vivas o te hospedes.

Si es grave tirarlo en la calle, mucho más lo es tirar basura en el monte. Gran parte de la basura que acaba en los océanos son desperdicios que tiramos cuando hacemos excursiones a la naturaleza. Mi recomendación es que, si vas a hacer una excursión por la montaña o un parque o entorno natural, te lleves una bolsa (de tela, por supuesto) para tirar los residuos que generes y así poder llevártelos de vuelta a casa, el hotel o donde quiera que vayas y reciclarlos como es debido.

No molestes a los animales

Cuando vas a hacer trekking, a escalar una montaña o ver cómo desovan las tortugas en tal o cual playa, deja a los animales tranquilos. Están en su hábitat y la presencia humana es la de un extraño que les causa estrés y desorientación. Del mismo modo es muy perjudicial que los alimentes, ya que dejan de cazar porque tienen un modo fácil de obtener sustento y eso rompe la cadena trófica. Además, si ven humanos acaban por exigirles comida de forma agresiva y esto es motivo de muchos ataques de animales a personas.

Tampoco es de viajera responsable querer tocarlos a toda costa, o subirse encima de ellos para hacer una foto. La explotación animal no debería existir y solo es posible combatirla evitando estas prácticas en nuestros viajes.

Antofagasta - volcan y llamas
Es importante dejar tranquilos a los animales, observarlos desde lejos y, sobre todo, no alimentarlos. Un grupo de llamas en Antofagasta de la Sierra, norte de Argentina

Cuidar de la flora

Al visitar un destino no solo es importante preservar y respetar la fauna, sino también su flora. Algo tan simple como salirse de un sendero marcado puede deteriorar una zona sensible en la montaña. De igual modo, arrancar o pisar flores perjudica la polinización. Sin flores la planta puede llegar a morirse, igual que muchos insectos que obtienen de ellas sus nutrientes.

Utiliza el transporte público siempre que puedas

Soy una súper defensora del transporte público y siempre que viajo es mi primera opción. Es cierto que no te lleva a todas partes, pero es mucho menos contaminante moverte en un vehículo con muchas más personas que hacerlo tú solo o sola. Creo que no solo es conveniente utilizarlo para moverte por una ciudad (a través de metro o buses de línea), sino también en viajes más largos.

A mí por ejemplo me encanta viajar en tren o en autobús e ir viendo el paisaje. Puedes aprovechar también para leer, trabajar, ver una película… y en el caso del tren, moverte y estirar las piernas si el trayecto es largo. Comenzar a ser una viajera responsable puede empezar por un hábito como tomar más a menudo el transporte público.

¡Ah! Y no te olvides de probar a moverte en bicicleta, ya sea por una ciudad o para hacer una excursión por el campo. No contamina y además ‘te obliga' a hacer ejercicio, así que tanto el medioambiente como tu salud te lo agradecerán.

Da preferencia a empresas y destinos con sello ecológico

Hoy en día hay hoteles que no generan residuos porque se autoabastecen de energía transformada de sus propios residuos, alojamientos que utilizan materiales sostenibles, empresas turísticas que operan en la naturaleza respetando el medioambiente, etc. Elegir hospedarte en uno de estos lugares o realizar un tour con una de estas empresas es una garantía de que reducirás tu impacto en el entorno.

A nivel europeo existe la CETS (Carta Europea de Turismo Sostenible), una distinción que se da a destinos y empresas turísticas que trabajan para integrar la actividad y el desarrollo económico en entornos de gran valor natural, siempre respetando el medioambiente. He tenido la oportunidad de visitar Sierra Espuña, en Murcia, y la comarca de Osona, en Cataluña, ambos destinos con entidades adheridas a la CETS, y es muy interesante descubrir cómo la gente se une para preservar su medio de vida.

Valle de Leiva, Sierra Espuña
Sierra Espuña ha conseguido la CETS gracias a la unión de entidades públicas y privadas que quieren conservar el que es el pulmón verde de la Región de Murcia

Del mismo modo, también puedes ayudar a los alojamientos a ser sostenibles. En la mayoría de hoteles rige la norma de que solo te cambiarán las toallas del baño si están en el suelo, reduciendo así el consumo de agua (y evitando un mayor uso de detergentes) al reducir el número de lavados. Éste es un buen ejemplo de cómo los alojamientos se están poniendo las pilas para combatir el cambio climático, pero se puede hacer más. Por ejemplo, eliminar las amenities de baño. Sí, esos botecitos de gel y champú que siempre te llevas del hotel son de plástico y, por tanto, son contaminantes. ¿Te lo habías planteado alguna vez?

Consume productos locales y de temporada

La globalización nos ha permitido tener de todo en cualquier parte del mundo. Eso está muy bien y es un gran avance, pero también crea problemas de explotación agrícola, teniendo que tirar de invernaderos y químicos para conseguir que ciertos alimentos crezcan fuera de temporada.

Por suerte cada vez estamos más concienciados de que los pesticidas no son buenos para nuestra salud ni para la tierra donde crece el cultivo, y el movimiento bio va ganando cada vez más terreno. Ya hay supermercados que solo venden productos ecológicos y muchos restaurantes están optando por tener en sus menús solo productos de kilómetro 0. Esta iniciativa es muy interesante, ya que se fomenta el consumo de lo que se produce a nivel local, creando un impacto económico positivo en las comunidades. Además, se evitan los problemas al medioambiente derivados del transporte desde largas distancias.

No malgastes el agua

El agua es nuestro bien más preciado y no ahorrar a la hora de abrir el grifo nos saldrá muy caro en el futuro. Las sequías ya están dando aviso y estamos viendo cómo hay ríos que desaparecen o ciudades como Sudáfrica que se han quedado sin agua potable.

Aunque estés en un lugar con muchísimo agua, no la malgastes. Crear hábitos responsables como darte una ducha corta en lugar de bañarte o cerrar el grifo mientras te lavas los dientes, estés en España o en la Conchinchina, son enormes gestos para cuidar el planeta. ¡Ser una viajera responsable también implica ser una persona responsable en el día a día!

Lake Moraine, Canada
Aunque haya destinos en los que parece que el agua no se acabará jamás, lo cierto es que sí y ya están viendo cómo a causa de la desaparición de los glaciares ven reducidas sus reservas de agua dulce. Lake Moraine, Canadá.

Evita ser parte del turismo masivo

No hay nada peor para un destino que la masificación turística. La playa tailandesa ‘de Leonardo DiCaprio', aquella que tras salir en la película ‘The Beach' se convirtió en reclamo para miles de turistas, o la isla de Boracay, en Filipinas, se han visto obligadas a echar el cierre por el tremendo impacto negativo del turismo de masas en su entorno. Machu Picchu se vio forzado a reducir el número de visitantes del sitio arqueológico, y Venecia no para de estudiar qué hacer con tanto crucero y tanto crucerista, que no solo colapsan la ciudad, sino que amenazan hasta sus cimientos.

Ni qué decir tiene que todas esas personas juntas equivalen a una enorme generación de residuos, mayor consumo de agua, imposibilidad de consumir productos de kilómetro 0 en su totalidad, etc, etc. Para ser una viajera responsable, puedes optar por visitar destinos con menor masificación, viajar fuera de temporada alta o realizar rutas diferentes a las que hace la mayoría de personas cuando visita un lugar.

Y por encima de todo, reflexiona

Hay lugares maravillosos en nuestro planeta que debemos preservar. Cuando viajes, párate y contempla lo que tienes alrededor. Date un momento para reflexionar sobre ese lugar en el que estás. Pregúntate qué pasaría si ese ecosistema que estás admirando dejase de existir, si los animales que escuchas a tu alrededor desapareciesen, o si la zona se quedase sin agua corriente o comida.

No hace falta convertirse en ‘salvadores del planeta' para preservar el medioambiente y combatir el cambio climático, pero sí que es muy urgente y necesario que tomemos conciencia, realicemos pequeños gestos en nuestro día a día y en nuestros viajes, y concienciemos a quienes tengamos a nuestro alrededor.

Si has leído hasta aquí te doy las gracias y espero que decidas ser, a partir de ahora, una viajera responsable 🙂 .

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