Mi cumpleaños en Islandia

Por casualidad, mi cumpleaños ha coincidido con viajes increíbles en los últimos dos años. El pasado año celebré mi cumpleaños viajando a Río de Janeiro, y éste, convirtiéndome en algo así como vikinga en mi viaje a Islandia. El hecho de estar en Islandia el día de tu cumpleaños ya es especial. Si le sumas la hospitalidad islandesa, algo de aventura y buenos amigos con los que celebrarlo, entonces ya no hay palabras para describirlo :).

Creo que una de las cosas por las que el día fue simplemente perfecto fue porque nada estaba planeado. Para empezar, queríamos hacer una excursión al glaciar Vatnajökull el día anterior, pero por falta de tiempo no pudimos hacerla. Intentamos posponerla para el día de mi cumpleaños (13 de mayo), pero no quedaban plazas. La casualidad, o el destino, hizo que llamásemos como última opción a preguntar por los tours en el glaciar Solheimajökull, cerca de Vik, y ¡sí, ahí pudimos ir al glaciar! ¡Y el día de mi cumpleaños!

Por la mañana pusimos rumbo al Solheimajökull, donde nos dieron equipamiento para sobrevivir al glaciar (casco, crampones y un hacha para hielo) antes de comenzar la excursión. He de decir que nunca me había sentido tan poderosa como estando en un glaciar con ropa y botas de hiking, crampones y el hacha, disfrutando de un paisaje entre bonito, sobrecogedor y espectacular.

Celebrando mi cumpleaños en mitad del glaciar Solheimajökull Islandia
Celebrando mi cumpleaños en mitad del glaciar Solheimajökull

Tras dos o tres horas de aventura andando sobre hielo y conociendo las historias del glaciar y el volcán que hay bajo él, así como de la erupción del Eyjafjallajökull (el famoso volcán de nombre impronunciable que bloqueó Europa en 2010), retomamos nuestra ruta hacia Vik.

Vik Islandia
El pueblo de Vik (prácticamente al completo)

En Vik nos alojamos en el guesthouse Kosy Vyk, donde la anfitriona, Hrund, fue todo un amor (Þakka þér, Hrund!). Los islandeses son personas muy amables. Siempre intentan ayudarte y te ponen su mejor sonrisa, y Hrund fue ¡la mejor islandesa que conocimos! Nada más llegar a la casa, nos explicó todo lo que ver en la zona de Vik y se interesó por saber qué habíamos visto hasta entonces de la isla. Al enterarse de que no habíamos probado tiburón, uno de los manjares islandeses, subió de inmediato a prepararlo para nosotros.

Aquí llegó la segunda experiencia del día. Comer tiburón es extraño. Al principio sabe como pescado normal, pero al masticarlo más y más se nota un sabor muy intenso y… bueno, menos mal que junto con el tiburón bebimos una especie de anís para ayudar a pasarlo :). No soy capaz de describir ese sabor, simplemente hay que probarlo.

Tras acomodarnos en las habitaciones, decidimos acercarnos hasta Reynisdrangur, las playas de arena negra de Vik. Su paz e inmensidad lo convierten en un lugar simplemente precioso. Creo que si viviese en Vik o alrededores, me pasaría las horas muertas ahí, mirando al mar. 

Playa de Reynisfjara en Islandia
Reynisfjara, una de las playas de arena negra del sur de Islandia… ¡una maravilla!

Para acabar el día, fuimos al bar-restaurante del pueblo para cenar (Vik tiene unos 300 habitantes). Allí la camarera era española, una chica de Barcelona que una vez viajó a Islandia y decidió dejarlo todo para irse a vivir allí una temporada. Cuando se enteró de que era mi cumpleaños, me trajo tarta al tiempo que cantaba el cumpleaños feliz, al que se unió todo el bar inmediatamente. Todo un momentazo :).

Como al día siguiente era festivo en Islandia, parece que todo el pueblo estaba en aquel bar, incluso Hrund, nuestra anfitriona, quien además de habernos ofrecido el tiburón, me invitó a una cerveza para celebrar el cumpleaños. De repente estábamos rodeados de islandeses super simpáticos interesados en saber más sobre nosotros, y sin saber muy bien cómo, me encontré tomando un chupito de tequila con varios de ellos al grito de «shot! shot! shot!» y «Skál!«. En algún momento todo rayó el surrealismo.

Creo que nunca había tenido un cumpleaños tan espontáneo. Gracias, Islandia, y gracias, Ale, Montse y Copete por hacer de mi cumpleaños algo inolvidable. Sin duda, uno de los mejores de mi vida :).

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